Nació en Génova (Italia) el 9 de Enero de 1818 de una familia noble. Aunque se podría prever para él una carrera brillante, a los 20 años decidió ser sacerdote dejando todo para atrás.
"Quiero hacerme santo, cueste lo que cueste", dirá Tomás en el momento en que su opción si llegó a ser definitiva.
Recibió
Precisamente en cuanto dirigía el Seminario, desenvolvió una intensa actividad como jornalista y fue uno de los cofundadores del primer periódico italiano católico, preocupándose en defender la fe y los principios auténticos del cristianismo.
En 1865, durante la campaña electoral, el "Estandarte católico" – así se llamaba el periódico - condujo la lucha para promover listas de candidatos católicos y pensó en crear un partido católico.
La idea era demasiado audaz, y cuando en 1874 el "non expedit" sonaba claramente y los católicos fueron invitados a no votar, el Padre Tomás "intuyó" que su periódico no podría continuar. Acató las órdenes de los superiores y prefirió estar en sintonía con el Papa y
En 1877 fue consagrado Obispo de Ventimiglia, diócesis muy pobre: lo cubrió varias veces, fue pastor clarividente y verdadero guía espiritual de su rebaño, convocó tres sínodos en quince años, creó nuevas parroquias, renovó la liturgia y se esforzó por mantener el patrimonio artístico de las Iglesias.
En 1878 fundo
Cuando, en 1887, un terremoto devasto
Fue pródigo, reservando para si apenas su batina y su antiguo reloj, testimonio así que se hizo pobre por su gente. Cuido de modo especial de los muchos huérfanos víctimas del terremoto, inicialmente asistió en algunos centros ya existentes en la ciudad que el creó, más tarde, un orfanato en Ventimiglia entregó al cuidado de las Religiosas de Santa Marta.
En 1892 escribió al Papa: "Pido a Su Santidad que me exonere del cargo episcopal, a fin de poder ser un simple sacerdote para que la diócesis no vaya a sufrir a causa de mi edad y se confié a otro una tarea tan pesada".
La respuesta del Santo Padre fue sorprendente: en Mayo de ese mismo año, Beato. Tomás fue nombrado Arzobispo de Génova. A pesar de sus 74 años de edad y de las dificultades, aceptó humildemente el cargo para cumplir la voluntad de Dios.
Cuando en 1900
Falleció en la tarde del 22 de Noviembre de 1903, respondiendo a aquellos que se preguntaban si desearía alguna cosa: “Dios, Dios, sólo Dios me basta!”. La respuesta fue la expresión de eso que lo movió siempre.
Fuente: Amigos de Betania.
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